El ingeniero civil en obras civiles y académico de la Escuela de Obras Civiles y Construcción, Doctor Alejandro Torres Flores, viajó la semana pasada a Ecuador para representar a la Facultad de Ingeniería de la UCEN en el Tercer Congreso Internacional de Ingeniería Civil de la Universidad Técnica de Manabí.
Esta instancia convocó a ingenieros civiles de todo Latinoamérica y también de Canadá con objeto de compartir experiencias y conocimiento en cuanto a la ingeniería civil en la región, especialmente en lo que respecta a temas relacionados con infraestructura vial y transportes.
Torres indica que la invitación le fue enviada en abril de este año y que se trató del único ingeniero chileno que asistió a este congreso. Además, aclara que cada invitado podía participar ya fuera como expositor de conferencia o como expositor de ponencia. En el caso del profesor de la Universidad Central lo realizó en ambos formatos, llevándose muy buenos comentarios del resto de sus colegas.
El primer trabajo, en formato conferencia, trató el tema de “Modelo de clasificación del riesgo de los conflictos de tráfico en intersecciones rurales en forma de T”, mientras que la ponencia fue sobre “Seguridad vial en los proyectos de carreteras y en su operación, avances en Chile”. Ambos trabajos englobaron infraestructura y operación de las vías.
De acuerdo al académico, el nivel de conocimiento respecto al ámbito vial y de transporte entre los ingenieros de América Latina es muy bueno, “creo que estamos todos en un nivel bastante parecido; en la ingeniería en general”. Además agrega que tras estos días de Congreso, “cuando analizas bien, te das cuenta que los mismos problemas que tenemos en el uso del espacio vial, se repiten en la mayor parte de los países”.
Los problemas a los que hace mención son, básicamente, aquellos que tienen relación con la falta de educación vial en la sociedad, lo que se evidencia en infraestructura vial muy básica sobretodo para los “usuarios vulnerables” como niños, tercera edad, peatones, usuarios de biciclos, personas con movilidad reducida (“creemos que es buena, pero es porque no sabemos”), lo que también se evidencia en un mal uso de ella por parte de todos; altas tasas de accidentalidad (“sólo en Chile mueren seis personas al día por accidentes de tráfico”) y a que pocos actores (públicos o privados) se hagan realmente cargo de esto a la altura que se requiere; los accidentes de tráfico es la llamada pandemia del siglo XXI (1,3 millones de personas mueren al año en el mundo).
“Son problemas que ocurren en todo América Latina y se generan porque no se imparte educación vial formal desde edades tempranas (etapa preescolar y escolar), y ya después es prácticamente imposible adquirirla; de hecho el gran problema en Chile, es que todos se sienten dueños de las vías y nadie sabe utilizarlas de forma correcta”, sostiene.
Finalmente indica que estas jornadas fueron una experiencia muy satisfactoria en el ámbito profesional para restablecer relaciones con colegas y abrir nuevas redes de contacto. “Hablamos sobre las Jornadas Chilenas de la Construcción que nuestra Escuela prepara para septiembre y surgió la idea, que tendremos que trabajar, de repetirlas a nivel latinoamericano en un futuro cercano”, cuenta.
El próximo desafío para el profesor de la Escuela de Obras Civiles y Construcción será en octubre, cuando asista al PROVIAL 2014, en la ciudad de Valdivia. En esa oportunidad expondrá casos de aplicación de su trabajo llevados a cabo en las afueras de la región Metropolitana (provincias de Talagante y Melipilla), como herramienta de gestión de la seguridad vial en caminos nacionales interurbanos.